Está visto que este año el mal tiempo quiere ser protagonista de nuestras jornadas cinegéticas y no nos da tregua, con lo que la" ropa de agua "se convierte en nuestra seguna piel, con todo lo que esto conlleva en cuanto a merma de comodidad y movilidad.
Después de distribuirnos el area entre los pocos monteros que ese día acudiamos a cazar, procedimos sin dilación a buscar los encames de los jabalíes.Poco rastro había, con la particularidad de que todos convergían hacia la misma zona, un pedazo de monte querencioso partido en 2 por un río. LLegada la hora de concretar donde soltar nos surgieron las dudas, puesto que el rastro de encaminaba hacia el margen izquierdo del regato, pero mi perro "Lucho" daba sintomas inequívocos (hay que tener un máster para descifrar el comportamiento de éste can) de que algún ejemplar podia situarse en la margen derecha del mismo. El día no daba más que para una suelta y ante la imposibilidad de armar ambas margenens del río(el temporal dejó a los perezosos en la cama) decidimos soltar "sobre rastro".La cosa no fué todo lo bién que se esperaba y los perros no fueron capaces de llegar a las camas, debido a que dentro del monte los rastros se entrecruzaban, con el consiguiente descontrol y falta de efectividad. Cuando al fin logramos recuperar todos los perros ya no quedaba tiempo en hacer una visita al otro margen, donde con total seguridad se encontraban los jetudos en la más completa tranquilidad. Esta vez ganaron ellos, otra vez será. Salud
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