lunes, 29 de noviembre de 2010

A CURULA

Por lo visto, este año el mal tiempo no quiere dejarnos ni un respiro . Me acuesto el Viernes con temperaturas bajo cero, cielo estrellado y previsión de una buena manta de hielo y me levanto el Sábado para ir de caza con todo cubierto de nieve, para volverse locos.
A pesar de todo, con la misma ilusión de siempre preparo los bartulos para ir a cazar un lote mítico en nuestro coto, que aunque muy venido a menos sigue siendo de los más bonitos de cazar. Aquí la caza se vuelve tradicional, de poco o nada sirven los coches. Prioritariamente accedemos al área cruzando en barca, el area en cuestión es una península dentro del embalse de Salime y el transporte rodado nos supone una pérdida importante de tiempo para llegar al cazadero. Asi que mochila al hombro, perros atraillados, rifle en bandolera y a andar.
Muchos años hacía que no encontrabamos el área tan llena de rastros, nada más desembarcar de la barca como si fueramos infantes de marina, tropezamos con infinidad de resclavos de la noche, lo que nos prometía una jornada de caza muy movida. Vueltas y mas vueltas por los soutos intentando averiguar cual era la última demanda, la buena, la de encame, para poder soltar a los sabuesos. Después de mucho pelear y ante el laberinto de rastros que allí teniamos, logramos emplazar un buén colmillero ( este año va la cosa de bocas grandes) , así como localizadas un par de piaras en zonas menos propensas para la suelta. Atacamos pués el rastro del solitario, donde los perros demostraron estar a la altura, y aunque en primera instancia logró romper el cerco, el buén hacer de las posturas moviendose para cortarle la huida, dió con el abate del jetudo, explendido macho que viene a engrosar la nómina de "Bocas" que este año adornan nuestras capturas.
Sacarlo del monte requirió de mucha pericia y buenas cuerdas, la zona es quebrada y el animal grande, con lo que la cosa se dilató más de lo previsto.
Aún así y a pesar de todo realizamos otra suelta sobre una de las piaras que teniamos "cercadas", los perros de refresco no defraudaron  y en pocos minutos se produce otro levante y una gran persecución. Esta vez los jetudos logran pasar por una armada descubierta y bastante tuvimos con recuperar los perros, que nos brindaron un levante y acoso " de libro", de los que a los sabueseros nos gustan tanto.
Con el buén sabor de boca que nos dejaron las 2 sueltas del día y con la captura obtenida solo nos quedaba desandar lo andado para llegar al embarcadero , cosa nada fácil con el ejemplar abatido, los perros controlados y el equipo al hombro.
Para mi esta fué hasta ahora, la mejor batida de la temporada. A veces, las capturas importan muy poco para al llegar a casa , saber que mejor no se pudieron hacer las cosas. Salud

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